Ayer en Madrid manifestación multitudinaria con banderas españolas (y alguna inconstitucional) apoyando al Partido Popular y en contra del gobierno legítimo de Zapatero. De fondo, junto con la descarada apropiación de himnos y símbolos, las frases de Rajoy que tristemente aún no se han borrado de mi cabeza: "Zapatero ya no sirve como presidente", "el gobierno debe rectificar", "es hora de que los españoles hablen", "el gobierno embauca a los ciudadanos con una paz engañosa", "nosotros haremos justicia",... Obviamente los gobernantes cometen errores; opino que es un juego peligroso establecer comparaciones con situaciones parecidas en el pasado.
Pero paremos un poco y reflexionemos. Como dice hoy en sus páginas el periódico El País, había dos soluciones para el caso De Juana; dejarlo morir o excarcelarlo. El gobierno tuvo que elegir entre dos males. ¿Qué consecuencias hubiera tenido la primera opción? Seguramente peligrosas. La segunda fue la que ganó el pulso, y se buscó una medida legal como la prisión atenuada.
Hay que mantener cierta prudencia. Al enemigo ni agua, pero ¿quién es ahora realmente el enemigo de quién? Nuestra democracia no está pasando por sus mejores momentos y algunos se dedican a pasear las miserias en vez de tender la mano.
!Es con placer que veo mi amigo Hilario en nuestro blog! sin duda es un honor para esta pequeña y desprentensiosa página web...
ResponderEliminarUn fuerte abrazo...
P.D. Estoy de acuerdo contigo en este tema y por veces me da miedo algunas cosas muy extremadas que oigo...