Yo recuerdo unos cuantos libros (que todavía guardo con afecto y cariño), libros eses que, igual que una escalera, me posibilitaran ascender un poco en la gran subida da la vida y del conocimiento. Aún podemos cambiar nuestra actitud delante de este tipo de desprecio por todo lo que abarca el mundo escolar. En tiempos de crisis, la escuela es el más democrático medio de mejoría social, de ascenso laboral y de igual oportunidades para todos. Quizás tengamos que estar más seguros de nosotros, de nuestra labor, de que hay que llamar las cosas por los nombres (que utilizar más los eufemismos en la literatura y no en las escuelas y centros para cuestiones tan simples que en la vida real no pueden, y no son “eufemizadas”), de que formar y educar es un derecho que incluye deberes obvios… mucho podríamos disertar sobre el tema, pero lo importante es recordar que hoy, más que nunca, tenemos la oportunidad de volver a utilizar la enseñanza como el más oportuno y justo medio de inversión en un futuro mejor…
terça-feira, dezembro 02, 2008
Un aula olvidada en el tiempo
Esta foto la saqué en Membrio, en una exposición de material escolar de otros tiempos. Actualmente, con toda la tecnología disponible, nos olvidamos que la labor de un docente es algo fundamental para el desarrollo total de un ser humano. Pena que el primer material escolar de nuestros alumnos ya no tiene la misma importancia que el material de otras generaciones. En esta exposición, sencillita, simple, diría mismo humilde pero rica en intención, pudimos ver el cariño que sus dueños tienen (y probablemente tenían) por su material que, quizás, les proporcionó nuevas oportunidades y una mejoría sustancial en su vida.
Desde la pintura rupestre, la tiza y la pizarra, el cañón y el ordenador, hasta las plataformas on-line, educar, enseñar necesita, siempre, de la buena voluntad del que enseña y del que aprende… todo el resto son meros accesorios.
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