Irving Penn (1917 - 2009)
Desde ayer tenéis disponible la entrevista al filósofo y escritor José Antonio Santiago en el podcast "Entre 2 T(i)erras". La complicidad entre ambos es innegable, tal como mi intención de compartirla con quien la quiera escuchar.
Desde ontem que têm disponível a entrevista ao filósofo e escritor José Antonio Santiago no podcast "Entre 2 T(i)erras". A cumplicidade entre ambos é inegável, tal como a minha intenção de a partilhar com quem a quiser ouvir.
(Disponible en Google Podcast, SoundCloud y Spotify)
En noviembre, estaré bien acompañado por José Antonio Santiago en "Entre 2 T(i)erras". Podría decir "entre Pinto y Valdemoro", pero es más adecuado decir "entre Fuenlabrada y Leganés". Sin duda, lo que tendremos es una conversación entre dos hermanos de la Península Ibérica. Muy pronto...
Em Novembro, estarei bem acompañado por José Antonio Santiago em "Entre 2 T(i)erras". Poderia dizer "entre Pinto y Valdemoro", mas é mais adequado dizer "entre Fuenlabrada y Leganés". Sem dúvida, o que teremos é uma conversa entre dois irmãos da Península Ibérica. Muito em breve...
“El cronista se presenta” - Luis Leal (texto traducido y adaptado de la revista Mais Alentejo, n.º 128)
Se teoriza un big bang, una fusión de átomos, un pensamiento, una intervención divina, una incredulidad, una palabra, varias palabras que sirven como introducción, o lo que sea, hasta llegar a alguna conclusión. Si me pongo a intelectualizar) de dónde vengo, suena una guitarra sin fado, con cuerdas rítmicas e inocentes, acompañada por Jorge Drexler, la voz amiga de siempre que jamás conocí y que compuso esta canción especialmente para mí: "Yo no sé de dónde soy, / mi casa está en la frontera / y las fronteras se mueven, / como las banderas."
Tiendo a reflexionar sobre lo que vivo, quizás porque a menudo no sé qué lengua resuena dentro de mí, en qué tierra estoy, cuál es el huso horario de mi ritmo biológico, qué aire respiro y qué dióxido de carbono libero a mi alrededor. Sin embargo, he descubierto que los gestos cotidianos, ajenos al pensamiento, mudos en términos de idioma, sin nacionalidad, siempre nos llevan de vuelta a nuestras raíces.
Cada vez que meto la mano en el fondo de mi bolsillo, me aferro a la certeza de un objeto, al constante peligro de la hoja que puede cortar amarras, pero no el lastre de un ego que, al querer interpretarse, obviamente, pierde tiempo. Con la mano en el bolsillo, sé que soy alentejano. Sostengo mi pasado en forma de navaja, consciente del brillo de la hoja metálica que me sirve de espejo, del filo cortante de vivir el momento, junto con el óxido que revela la falsedad de la inmortalidad del metal.
Escribir y hacer este podcast incita al cronista a presentarse así, con las manos vacías, pero con un cuchillo en el bolsillo. Les pide encarecidamente a los oyentes que no lo confundan con un vulgar bandolero. La única arma que lleva capa grillos y el único banco que este cronista asalta alberga recuerdos y divagaciones cuya rutina le hipoteca el tiempo para escribirlas.
Nos materializamos en algún objeto, o en varios, desde la pura admiración hasta la esclavitud espuria. Mi abuelo quiso que fuera leal a esta verdad, a este objeto. Creo que me puso una navaja invisible en la cuna, dándome una tercera mano, tan indispensable como las otras dos. Cuidar una navaja no es diferente de afilar a nuestros hijos a través de la suavidad de la caricia en el duro deslizamiento de la piedra de amolar. En palabras de João Serra, cada cuchillo “se trataba con gran cuidado, evitando que el óxido lo afectara y cuidando el filo, que no podía tener fallas ni roturas. Ocupaba poco espacio en los bolsillos de los campesinos, donde entraba por la mañana, junto al pañuelo y la onza de tabaco para los fumadores. (…) Con él se cortaba el pan (…) se troceaban las aceitunas (…) se afilaban lápices en la escuela y se abrían cartas y, ocasionalmente, libros. Con él, un hombre podía enfrentar peligros reales o imaginarios. Con él, un hombre nunca se sentía solo.”
Con la navaja en el bolsillo, he cruzado algunas fronteras, a veces en la bodega del avión debido a la connotación terrorista que tiene en cualquier aeropuerto, hasta el punto de que, una vez aterrizado, necesito una pequeña navaja local, confiable en sus servicios, que rara vez me acompaña de regreso a casa.
Con la navaja en el bolsillo, crucé la frontera. Un alentejano no se siente diferente de un extremeño. En ese continuo de llanura marcado por la serranía y atravesado por el Guadiana, que decidió que al oeste se habla portugués y al este español, la navaja corta fronteras. Prueba de ello es MacGyver, ese embajador universal del potencial del hombre y de la navaja. Y fue con la navaja que sellé mi hermandad con el poeta Samuel Chamorro, quien, junto a la navaja heredada de mi abuelo, puso la necesidad del lápiz. Sus versos concluyen, con broche de oro, que la patria es la herencia de nuestros padres, algo que no confundo con el país: “Con tu navaja, padre, / afilo un lápiz, el mío, / que siempre, / siempre, / escribe romo.”
"Con tu navaja padre" - Foto de Luis Leal |
Entre Duas Terras - "O cronista apresenta-se" (texto adaptado de Revista Mais Alentejo, nº128)
"O cronista apresenta-se" - Luis Leal
Teoriza-se um big bang, uma fusão do átomo, um pensamento, uma intervenção divina, uma descrença, uma palavra, várias palavras feitas introdução, o que seja, até se chegar a qualquer conclusão. Se intelectualizo de onde venho trina-me uma guitarra sem fado, de cordas ritmadas e inocentes, acompanhada pelo Jorge Drexler, a voz amiga de sempre que nunca conheci, que compôs esta canção de propósito para mim: Yo no sé de donde soy,/mi casa está en la frontera/y las fronteras se mueven,/como las banderas.
Tendo a meditar o que vivo, talvez por tantas vezes não saber que língua ecoa dentro de mim, em que terra estou, qual o fuso horário do meu ritmo biológico, que ar inspiro e que dióxido de carbono liberto ao meu redor. Porém, descobri que os gestos rotineiros, alheios ao pensamento, mudos de idiomas, sem nacionalidade, sempre nos levam às nossas raízes.
Cada vez que levo a mão ao fundo do meu bolso agarro-me à certeza de um objecto, ao perigo constante da lâmina que pode cortar amarras mas não o lastro dum ego que, ao querer interpretar-se, evidentemente, perde tempo. De mão na algibeira sei que sou alentejano. Agarro o meu passado em forma de navalha, consciente do brilho da folha metálica que me serve de espelho, do gume acutilante de viver o momento, junto com o óxido que delata a mentira da imortalidade do metal.
Escrever e fazer este podcast incita o cronista a apresentar-se assim, de mãos vazias mas de naifa no bolso. Encarecidamente, pede aos ouvintes para não o confundirem com um vulgar bandoleiro. A única arma que porta capa grilos e o único banco que este cronista assalta guarda memórias e divagações cujo quotidiano lhe vai hipotecando na austeridade de tempo para as grafar.
Materializamo-nos em algum objecto, ou em vários, desde a pura admiração à espúria escravidão. O meu avô quis-me leal a essa verdade, a este objecto. Acredito que me pôs uma navalha invisível no berço, dando-me uma terceira mão, tão indispensável como as outras duas. Cuidar duma navalha não é diferente de aguçar os nossos filhos através da suavidade da carícia no duro deslizar da pedra de amolar. Nas palavras de João Serra, todo o canivete "era tratado com todo o cuidado, evitando-se que fosse atingido pela ferrugem e cuidando do fio de corte, que não podia ter falhas ou rombos. Pouco volume fazia nos bolsos camponeses, onde entrava de manhã, com o lenço e a onça de tabaco para os fumadores. (…) Com ele se cortava o pão (…) se retalhavam azeitonas (…) se afiavam lápis na escola e abriam cartas e, excepcionalmente, livros. Com ele um homem podia fazer frente a perigos reais ou imaginários. Com ele um homem nunca se sentia só".
Com a navalha no bolso tenho passado algumas fronteiras, às vezes na bagagem de porão por causa da conotação terrorista que tem em qualquer aeroporto, ao ponto de, recém-aterrado, necessitar duma navalhita local, honesta nos serviços, que raramente me acompanha de volta a casa.
De navalha no bolso passei a fronteira. Um alentejano não se sente diferente dum extremeño. Nesse continuum de planície pautado pela serrania e riscado pelo Guadiana, que decidiu que a oeste se fala português e a este espanhol, a navalha corta fronteiras. Prova disso é o MacGyver, esse embaixador universal do potencial do homem e do canivete! E foi com a navalha que selei a minha hermandad com o poeta Samuel Chamorro, quem, junto à navalha herdada do meu avô, colocou a necessidade do lápis. Os seus versos encerram, com chave-de-ouro, que pátria é a herança dos nossos pais, algo que não confundo com país: "Com a tua navalha pai/afio um lápis, o meu/que sempre,/sempre/escreve rombo".
Episódio 1 |
Antes de "Trabalhos&Paixões", a revista "Mais Alentejo" albergou a minha rubrica "Entre Duas Terras" durante sete anos. Porém, aceitei o desafio de dois amigos (de fronteiras mais a Norte da nossa Península Ibérica) para a continuar a partilhar estas vivências através de um podcast homónimo. O mesmo já existe, estará disponível em SoundCloud, Spotify, Google Podcasts e, muito em breve, divulgarei os primeiros episódios e entrevistas.
Antes de "Trabajos&Pasiones", la revista "Mais Alentejo" albergó mis artículos de "Entre Dos Tierras" durante siete años. Sin embargo, acepté el desafío de dos amigos (de fronteras más al norte de nuestra Península Ibérica) para seguir compartiendo estas vivencias a través de un podcast homónimo. El mismo ya existe, estará disponible en SoundCloud, Spotify, Google Podcasts y muy pronto divulgaré los primeros episodios y entrevistas.
Estamos en plena Semana Europea de la Movilidad y mañana, viernes 22/09/2023, se celebra el Día Mundial Sin Coche. Este día existe desde 1973 (año de la primera crisis energética mundial) y no demoniza los coches, sino no invita a pensar sobre el real “espacio” que ocupan en nuestras vidas (y carteras). Mañana nuestro centro tiene las puertas cerradas a los coches, pero bien abiertas a todos los que vienen andando o en bicicleta. Como en el cartel, creo que el primer paso para promover un ecologismo efectivo es pensar. Hasta mañana. (Gracias a los comercios locales que nos ayudan a celebrar este día.)
D. José Luis Bernal selecionou “Y al oeste” de José Miguel Santiago Castelo, para encerrar o catálogo do “VI Prémio Internacional de Fotografia 2022 (Alentejo/Centro/Extremadura)” promovido pelo Centro Unesco de Extremadura e confiou-me a sua tradução. Como sempre, um prazer e uma honra poder colaborar nestas iniciativas artísticas (e transfronteiriças).
D. José Luis Bernal seleccionó “Y al oeste” de José Miguel Santiago Castelo, para cerrar el catálogo del “VI Premio Internacional de Fotografía 2022 (Alentejo/Centro/Extremadura)” promovido por el Centro Unesco de Extremadura, confiándome su traducción. Como siempre, un placer y un honor poder colaborar en estas iniciativas artísticas (y transfronterizas).
12/VIII/2023 Se a planície (como a do nosso Alentejo) une as pessoas para a vida, a montanha também... Muitos parabéns Mestre Jorge Neto e obrigado por estares bem presente nas nossas vidas. E por seres parte fundamental na formação humana dos meus... Para o S. tu, a Tanja e o M. serão sempre quem o ensinou a escalar até ao cume... Como pai, espero que ele seja digno dessa planície e desta montanha... Tenho fé nisso.
12/VIII/2023 Si la planicie (como la de nuestro Alentejo) une a las personas para la vida, también la montaña... Muchas felicidades Maestro Jorge Neto y gracias por estar muy presente en nuestras vidas. Y por ser parte fundamental en la formación humana de mis hijos... Para S., Tanja, M. y tú serán siempre quienes le enseñaron a escalar hasta la cumbre... Como padre, espero que sea digno de esa planicie y de esta montaña... Tengo fe en eso. (Fotos de Tanja Kulkies)
“Leia, mas não deixe de consultar o seu médico” (“Mais Alentejo” nº164) é um texto muito pessoal que versa sobre memória (a que somos e a dos que devemos honrar), sobre literatura e sobre saúde mental, esta última algo que, a meu ver, não costuma ser apanágio de rede social e jamais poderá rimar com banal. Já pensou sobre isto? De certeza, e não vivêssemos na abundância de “hashtags”...
“Lea, pero asegúrese de consultar a su médico” (“Mais Alentejo” nº164) es un texto muy personal que trata de la memoria (la que somos y la que debemos honrar), la literatura y la salud mental, esta última algo que, en mi punto de vista, no suele ser una prerrogativa de una red social y jamás puede rimar con banal. ¿Ha pensado usted sobre esto? Por supuesto, y no viviéramos nosotros en la abundancia de "hashtags"...
"("Biblioterapia") Leia, mas não deixe de consultar o seu médico" - Crónica de Luis Leal in “Mais Alentejo”, nº 164, p.94 |
“Biblioterapia”: leia, mas não deixe de consultar o seu médico (Luis Leal)
No espectro da minha família há uma pessoa que lamento não ter conhecido, o sobrinho do meu tio António, Gumerzindo da Silva Neves (1933-1995). Para além de ter sido filho, irmão, marido, pai, tio e tantos outros papéis na sua vida pessoal, Gumerzindo marcou os que com ele conviveram, deixando um legado de saudade. No que concerne à sua profissão, foi psiquiatra num país bipolar, talvez esquizofrénico, exercendo no conhecido Hospital Miguel Bombarda (do qual foi Coordenador do Serviço de Psiquiatria Forense) e também no seu consultório, onde acompanhou todo o tipo de pessoas, desde o escritor "neo-abjeccionista" Luiz Pacheco ao mais humilde dos alentejanos que ia à capital ver o Dr. Silva Neves porque não “andava bem da cabeça”, pagando-lhe com alguma galinha, alguns ovos, couves… Tenho muita pena de não o ter conhecido. Foi através da sua memória, após ter conhecimento do próprio muitas vezes pagar os medicamentos aos seus pacientes (aviados numa farmácia de Odivelas) que tirei a conclusão de quem pode faz psicoterapia, isto é, quem tem dinheiro recorre a Freud, e quem sobrevive com os mínimos, com sorte, trata-se com antidepressivos pagos pela generosidade de alguém empático com as suas circunstâncias, com a sua dor, alguém ciente de quem não tem para pôr na mesa costuma ter de ir trabalhar diariamente, alheio a baixas médicas e até a seguranças sociais (por mais que alguns os vejam como uma maioria de malandros a viver à custa dos resíduos de miséria de um qualquer orçamento de Estado ou da “Alta Finança”).
Ironicamente, quando os próprios profissionais de saúde não se podem permitir a aceder a serviços de psicologia ou de psiquiatria, a pandemia trouxe para ordem do dia o “hashtag” #mentalhealth a proliferar pelas redes com um filtro que deixou de ser tabu, ou a real necessidade de bem-estar do ser humano, para ocultar o que me parece uma imposição perigosa de “felicidade”, irreal, frívola, muitas vezes fútil e, perdoem a minha sinceridade, que apenas cuida do ego de alguém, aos poucos, a afastar-se dos outros. O objetivo desta crónica era divagar sobre “Biblioterapia”, quero dizer, a minha estante, sem qualquer tipo de marketing, na qual a literatura, ademais do seu objetivo estético, apresenta um lado didáctico (admito mesmo ideológico) para esta empresa de viver. Desarrumada e aberta a novas incorporações, do caos de volumes sobressaem lombadas de Emerson, Hesse, Taniguichi, Canetti, Irene Vallejo, Victor Frankl, Torga, Marguerite Yourcenar, Octavio Paz ou um Mitch Albom, pouco agraciado pela crítica, mas cujo “As Terças com Morrie” (da colecção do “Público”, “XIS - Livros para Pensar”) me acompanhou num momento complicado de falta de maturidade e desemprego.
Há quem diga que “em grande medida somos os livros que lemos”. A frase é bonita, porém acredito apenas ficar qualquer coisa dos livros que lemos ou o fruir da experiência artística, mas “sermos o livro que lemos” é demasiada pretensão. Um livro pode ser uma tábua de salvação, ajudar-nos a sobreviver ao naufrágio, e, excepcionalmente, ajudar-nos a alcançar terra firme. A realidade, contudo, imperadora e meretriz, mostra-nos serem as equipas de resgate as mais eficazes em caso de SOS e, fazendo jus à origem anglófona do socorro universal, as que “mais almas salvam”. É devido a esta evidência (e porque vi, repleto de livros a boiarem ao meu redor, como também eu me afundava), que me preocupo como encaramos a saúde mental. Quero dizer, como num passado recente a mesma era coisa de doidinhos, na qual só se admitiam idas ao psicólogo se fosse para psicotécnicos, e como actualmente se trivializou o assunto. Saúde mental não pode rimar com banal (“integral” talvez, ao ser indissociável da sabedoria clássica: “mens sana en corpore sano”), mas consultar um especialista não é o mesmo que umas dicas no TikTok, com a etiqueta da moda, ou medicar-se à base de literatura. Consciente da ansiedade do presente e por mais que se fale do assunto tudo continua igual. Quem pode deita-se no divã. Quem não pode, a sociedade da auto-ajuda encarrega-se de atirar-lhe à cara a incapacidade, culpabilizando-o pela doença e alimentando-se dela. É a “auto-desumanização” com difícil terapêutica.
Gumerzindo da Silva Neves (1933-1995) caricaturado na sua época coimbrã. |
Madrid, 5/VIII/2023 «La muerte es como cuando va a salir el tren y no hay tiempo para comprar revistas», me gritó hace tiempo Ramón desde el apeadero. Ya no fui capaz de bajarme y traía prensa portuguesa para él... Hoy finalmente he podido disculparme y agradecerle como merece. Como siempre que nos encontramos, nos hemos reído con la rosa de plástico que le he llevado y con otra de sus greguerías: «Luis, amigo mío, por si no te acuerdas, "la muerte es hereditaria"». «Ramón, qué profundo te pones... pero "obrigado"...».
Madrid, 5/VIII/2023 «A morte é como quando está a sair o comboio e não há tempo para comprar revistas», gritou-me há tempo Ramón desde o apeadeiro. Já não fui capaz de apear-me e trazia imprensa portuguesa para ele... Hoje finalmente pude pedir-lhe desculpa e agradecer-lhe como merece. Como sempre que nos encontramos, rimo-nos com a rosa de plástico que lhe levei e com mais uma das suas greguerías: «Luis, amigo, caso não te lembres, "a morte é hereditária"». «Ramón, que profundo estás... mas "obrigado"...».
Lewis Hine (1874 - 1940) - Messenger boy working for Mackay Telegraph Company. Waco, Texas
“Said fifteen years old. Exposed to Red Light dangers.” September 1913
(Muitas mais fotografias e texto: "Robert Cobcroft: Lewis Wickes Hine - His bicycle messenger portraits", em Velo aficionado)