A distância ainda não me concedeu o privilégio de conhecer pessoalmente o Carlos Medrano, mas ao longo dos anos trocámos várias epístolas digitais, li os seus livros, sigo-o nas redes sociais, no seu blog, e fui digno da sua confiança para a publicação "Recobrada Memoria", dedicada a Ángel Campos Pámpano. Recentemente, fui obsequiado, através de Álvaro Valverde, com este poema cujo título me leva à minha cidade e cujos versos se encontram no ADN que denuncia o meu sangue. Carlos Medrano escreveu este precioso "Évora" que partilho com todos os que sentem, ou são, essa cidade "de cal e pedra".
La distancia todavía no me ha concedido el privilegio de conocer personalmente a Carlos Medrano, pero, desde hace años, varias veces nos remitimos epístolas digitales, he leído libros suyos, lo sigo en redes, en su blog y fui digno de su confianza para la publicación "Recobrada Memoria", dedicada a Ángel Campos Pámpano. Hace poco, fui obsequiado, a través de Álvaro Valverde, con este poema cuyo título me lleva a mi ciudad y sus versos al DNA que llevo en la sangre. Carlos Medrano escribió este precioso "Évora" que comparto con todos los que sentimos, o somos, esa ciudad "de cal y piedra".
ÉVORA
Novamente na cidade de cal e pedra,
Évora amuralhada e cadenciosa,
devo pedir perdão à rosa que chora.
A pétala sosteve não só a ternura
mas sim a sua grandeza de aroma numa grade.
O touro no montado pasta, inclina
a sua liberdade solar, a sua calma intacta.
Carlos Medrano (trad. Luis Leal)
ÉVORA
De nuevo en la ciudad de cal y piedra,
Évora amurallada y cadenciosa,
debo pedir perdón a la rosa que llora.
Sostuvo el pétalo no sólo la ternura
sino su magnitud de aroma en una reja.
El toro en la dehesa pace, inclina
su libertad solar , su calma intacta.
Carlos Medrano
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