sábado, abril 30, 2016

Boa música de Cabo Verde para o nosso aniversário



Ó Luís! Com licença, depois dessas palavras sobre o suicídio... Venha está música de Cabo Verde para nos acompanhar no décimo aniversário do blogue. Um abraço!


Amigos e discípulos de Ano Nobo em convívio: mazurka "caldo tchitcharinho". Nas violas: Kim di Nanda (solo), Pascoal, Pedro Semedo, Africano (filho de Ano Nobo).

S. Domingos, 3 de Julho 2009.


Para saber quem era o músico Fulgêncio Tavares, conhecido como Ano Nobo (Sociedade Caboverdiana de Autores)








sexta-feira, abril 29, 2016

Auto-retrato possível (aos 35 anos)


De sua parte, nasceu há 35 anos, em Évora, de olhos azuis com sotaque. Bem servido de orelhas (ocultas numa melena loura colonizada por grisalhos laterais). Índice de massa corporal adequado, sem colesterol porém com tendência familiar à hipertensão. Tem musa, filhos e uma bela cicatriz no tornozelo direito.

De roupa informal e sapatos cómodos, não renega o clássico blazer de ombros ainda mais quadrados que os seus.

Ossudo e atarracado. Mãos ásperas mas suaves de intenções. Generoso de afecto e teimoso amigo do seu amigo. Pouco dado a polémicas e a inimigos. Sabe pôr pontos finais. Desde pequeno que tem noção da morte, sem medo, consciente do ritmo e substância do ser que se é e se acabará.

É crente. Nas crianças. Papas só Cerelac, Nestum e, agora, o Francisco.

Gosta de música. Gosta de livros. Gosta de ferramentas. Gosta de armas e navalhas (reminiscências duma infância série B e dum avô leal). Quando faz o que gosta põe tudo no fazer. Tenta ser amável sem olhar a quem e o quê.

Arqueólogo de supermercado. Piedoso com as velharias. Despreza a opulência e o desperdício. Forreta q.b. Crê-se sustentável.

De bicicleta pelos dias, em boa companhia, a refeição é um prazer, de pé, em solidão, é necessidade de nutrição.

No papel, no computador, no que estiver à mão, escreve à solta.

Gosta de palavrões escritos e falados. Tem o (mau) costume de ensiná-los e, por vezes, a sorte de ser pago por isso.

Herdou da mãe uma certa alegria, o gosto por comunicar sem medo de ser ridículo. Do seu pai a timidez e dentro o silêncio que poucos vêem. Um virtuoso retrato moral à cabeceira.

Tem já mais do que a idade de Cristo e até que ponto é o que imagina ser?

Uma resposta/comentário (reflexão) a um ensaio denominado "Suicídio Alentejano" na revista "nós-otros" (28/IV/2016):

Uma resposta/comentário (reflexão) a um ensaio denominado "Suicídio Alentejano" na revista "nós-otros" (28/IV/2016):

"Ultimamente adjectiva-se demasiado o suicídio de "alentejano". Até se vendem livros polémicos sobre isso, mas não sei se essa, no presente que vivemos, é a melhor maneira de abordar um assunto que pessoalmente não adjectivaria assim. Sou alentejano de berço, não sei se há alguma sociologia do suicídio, há dados, pelos vistos, que a justificam. Também devem haver uns quantos que já se suicidaram conscientemente noutras regiões do mundo e ainda respira a sua biologia. Há várias maneiras e lugares para se fazer um nó e pôr uma corda no pescoço. 
E chorar os mortos à alentejana deve ser com cante. Infelizmente já chorei uns quantos e a coisa não me saiu tão gutural...".

quinta-feira, abril 28, 2016

Presentación del libro “Confesiones del apócrifo Cervantes” de Jaime Covarsi (Por Luis Leal – Librería Universitas 28/IV/2016)


“Querido público, en primer lugar me gustaría agradecer su participación en este acto”. Puede que estas palabras parezcan mías pero las podemos encontrar en la página 19 de este libro que tengo delante y que por sí mismo se puede presentar al lector sin la necesidad de mis palabras y, muchísimo menos, de mi presencia. 

Este es el motivo porque tengo que dar las gracias a su autor, Jaime Covarsi, por la confianza en que yo, que poco, o nada, entiendo de Cervantes ni del siglo de oro, le pudiera presentar dignamente este libro en la ciudad de Badajoz. Este es un buen ejemplo de que a Jaime le gusta el riesgo. 

Estoy aquí en la condición de lector, un lector afortunado por haber podido disfrutar de estas 215 páginas del libro “Confesiones del apócrifo Cervantes” que, solo por el título, asegura el rigor narrativo, histórico y filológico con que el autor lo escribió. No me gusta mucho hablar del currículo de la gente, para eso existe linkdin o, en este caso, las solapas biográficas de los libros, pero, como sabéis, Jaime posee una fuerte formación académica en el ámbito de los estudios filológicos y continúa profundizando la misma con innumerables colaboraciones, ponencias y artículos sobre literatura medieval y renacentista. Para todos los que conocemos algo de la rigidez de la academia, llevar estos temas, con peso de canon literario, al terreno de la ficción es algo que conlleva mucho mérito. 

El predominio de la primera persona en este libro en la voz del personaje principal Jaime Sanchís Mata es evidente desde las primeras páginas donde asume su deseo de ir más allá de lo académico y escribir novelas. Estoy seguro de que hay algo del autor, no me arriesgo a decir alter ego porque conozco demasiado bien el arte de fingir lo que de verdad escribimos, en el personaje principal, un académico, conocedor del ambiente de la academia, pero al mismo tiempo un profundo conocedor del mundo real de la literatura, ese mundo ajeno a musas inspiradoras, a la teoría literaria, que es el mundo editorial. Por eso dije anteriormente que este libro se presenta a él mismo. Conoce muy bien el papel que aquí interpreto como presentador de una obra, tiene consciencia honesta y legítima del espíritu del “Negotium” que existe desde que Gutemberg generalizó con su imprenta el acceso de las letras a las masas. “Creo que el texto que nos ofrece la pluma de nuestro catedrático desentraña con maestría los procesos ocultos que intervienen en la creación de una gran obra literaria y su difusión”, esta frase de Jaime Covarsi, trasladada a mis apuntes, ilustra en la perfección lo que antes os mencioné. 

Todos sabemos que hay circunstancias que rodean la creación artística que deben permanecer en el olvido, pero, como dice un escritor portugués amigo mío, “esconder una obra (…) no le añade un gramo de valor artístico. Cuando esa falta de divulgación resulta de una elección, presupone, casi siempre, falta de consideración hacia el público, la creencia de que un público más amplio sería incapaz de entender tamaña sofisticación.”.

“Confesiones del apócrifo Cervantes” tiene el valor de no esconderse del gran público. No es elitista. Sabemos que la mayoría de la gente no tiene idea de estudios filológicos, ni siquiera sabe lo que significa apócrifo (yo mismo creo que lo supe ya en la universidad), no domina los registros lingüísticos cultos abundantes en este libro. Sin embargo, no menosprecia un registro popular lleno de humor dándonos a conocer a “Rafaeh” y “Toñico”, dos místicos horticultores, vestidos de mono mundano y que, personalmente, me hicieron pensar que lo popular y lo culto no pueden estar tan alejados como algunos nos quieren hacer creer. 

Podríamos hablar más de filología y de “haute couture”, como dicen los franceses, pero no creo que sea el lugar indicado y tampoco creo que la obra lo exija. Prefiero hablar de películas. 

Soy un enamorado del cine y, al leer muchos de los párrafos de este libro, me di cuenta de que hay muchas imágenes y horas de buen séptimo arte por detrás de esta narración. Hay episodios en los que el autor no teclea o escribe con su pluma. Graba imágenes a través de sus palabras, su literatura de zoom, flashbacks, paneos, desplazamientos grabados con la mirada al hombro, le dan al libro un sutil tono policiaco que nunca podrá ser negro porque, disculpad mis referencias nada eruditas, “Sevilla tiene un color especial, Sevilla tiene un color diferente”. 

Aprovecho este punto para confesaros que mi ejemplar está lleno de subrayados y anotaciones para, cuando la vida me lo permita, desplazarme a Sevilla, que desafortunadamente conozco de paso, y hacer la ruta literaria de las “Confesiones del apócrifo Cervantes”. Puede que tenga la suerte de cruzarme con algún personaje como el misterioso Gerardo y pasado un par de cervezas deje todo el misterio de lado y se convierta en un amigo. 

Pero hay una pregunta que se impone: ¿Cómo sería si esto no fuera ficción y el apócrifo Cervantes cambiara la historia de la literatura universal para siempre? 

La respuesta está en las entrelineas de esta novela innovadora y tradicional a la vez, de ritmos y registros distintos asumidos por el rigor del autor desde la primera página. Jaime Sanchís Mata es el testigo, en el papel, de la tremenda lucidez del autor sobre cómo el mundo extraliterario influye en la difusión de las letras. Jaime Covarsi, tiene aquí una, o varias declaraciones de intenciones como filólogo y hombre de cultura. Por suerte, nosotros lectores no lo tenemos aquí como académico, pero sí porque es poderosísimo narrador y un escritor con presente sin necesidad de apócrifos en el futuro.

Dez anos de “Senderos de Reflexão”...

Há dez anos, nasceu este blog. O primeiro “post” justificava um pouco o porquê do nome, a sua origem e inspiração, denunciava a ingenuidade de quem passou de um blog individual (ainda mais ingénuo – “with empty hands”) para este que queria coletivo.
Até foi coletivo durante algum tempo. Teve participações de várias pessoas mas afinal, passada uma década, apenas mantém as publicações de dois amigos: O Pedro L. Cuadrado e eu.
Dez anos, apesar de dizermos que passam muito rápido, é muito tempo. Esta década trouxe-nos “senderos” que não podíamos imaginar, caminhos mais fáceis e veredas cheias de mato.
Houve e há tanto para ver, tanto para ouvir, para cheirar, abraçar. Sou grato por estes dez anos em que pude escrever aqui e, esporadicamente, ser lido dentro de tanto que se ignora na vida (e, imagine-se, na blogosfera).
Estes anos deram-me coragem para me assumir como um ser humano que necessita tanto da escrita como necessita dos outros. Como necessito aqui do Pedro, a minha verdadeira pedra basilar nestes “senderos”, ele, amigo, que sempre me faz melhor com a sua presença e conselho.
Se tiver a sorte de aqui poder escrever mais entradas durante os próximos dez anos, espero que o post do vigésimo aniversário seja também de gratidão, essa gratidão que é um dos principais vocábulos deste percurso editorial na internet.
Para ilustrar esta entrada, recorro a Jiro Taniguchi, como há dez anos atrás, com o “Homem que Caminha”. Hoje posso ilustrá-lo também com “O Diário do Meu Pai”, algo que não poderia imaginar, mas aí está alguma desde magia de caminhar…
Continuemos a fazer o caminho a andar.

terça-feira, abril 26, 2016

Presentación de "Confesiones del apócrifo Cervantes" de Jaime Covarsí

Es un gran riesgo que mi amigo Jaime Covarsí Carbonero asume al tener a un discípulo de Camões presentando su “Confesiones del apócrifo Cervantes”. Uno era tuerto, el otro manco y nosotros también tenemos un par de lesiones pero allí estaremos hablando buena literatura./ É um grande risco que o meu amigo Jaime Covarsi assume ao ter um discípulo de Camões a falar do seu  “Confesiones  del apócrifo Cervantes”. Um era zarolho, o outro maneta e nós também temos umas quantas lesões mas ali estaremos a falar de boa literatura. (20:00 en Librería Universitas, Badajoz)

segunda-feira, abril 25, 2016

¿Cuántas personas fecharon una nueva era en sus vidas a partir de la lectura de um libro? Thoreau

"¿Cuántas personas fecharon una nueva era en sus vidas a partir de la lectura de um libro? Posiblemente, el libro es para nosotros lo que explicará nuestros milagros y revelará milagros nuevos. Podemos encontrar en algún lugar las cosas que en el presente son inexpresables." Henry David Thoreau

Era o meu Fernando José, o meu afilhado. (in "nós-otros")

Durante anos, este fora um dos dias mais celebrados e bonitos da minha vida. À porta de Maio, ia pela mão dos meus pais, lá a cima, à praça da minha cidade onde, à meia-noite, passos coletivos na gravilha do tempo nos levavam a cantar uma terra de fraternidade sonhada pela geração que me educou.

Mantive sempre o hábito de ir cantar a liberdade que aprendera, até a minha vida se assumir do outro lado da fronteira, onde, este dia de Abril, não é uma efeméride para a hispanidade.

A necessidade de uma canção, de uma utopia (talvez vestígios duma saudade herdada por circunstância), impôs-se de tal maneira que decidi agarrar no carro e ir até Portugal fazer o que quer que fosse. Castelo de Vide era perto e não hesitei em seguir o que a memória tinha lido, no final da adolescência, sobre um nobre militar no livro “Um Homem da Liberdade” de António de Sousa Duarte.

De Valencia de Alcántara a Castelo de Vide, seja qual for a estação do ano, todos os quilómetros são belos. Sabemos que existe uma fronteira mas só a vemos se quisermos.

A frugalidade, robusta de motor, do meu velho Clio, sentia-se bem na solidão daqueles freixos pintados à sombra de Marvão. Conduzir por ali faz-nos ser parte da paisagem. Ainda hoje sei que vagueia qualquer coisa de mim por aquelas bandas.

Castelo de Vide mantém frescura e mata a sede ao calor do Alentejo. Sabe receber e não é preciso averiguar a sua tradição judia para sentirmo-nos bem-vindos. Estacionei nas imediações da fonte do Montorinho. Fazia um calor intermédio, pouco vulgar destas estações esquecidas pelos extremismos das alterações climáticas. Os sapatos eram confortáveis, mas o pé ainda coxeava, recém-liberto das muletas, fruto de uma queda que me levou o tornozelo direito diretamente à sala de operações. Doía-me estar de pé e, para aquecer a rigidez da articulação, caminhei até um quiosque no qual comprei uma revista. Aproveitei para ter certeza onde era o cemitério.

- Vá sempre em frente, passa o jardim e depois de atravessar o parque. Não tem nada que enganar!

Habituado à dor esqueço o sofrimento. Caminhei só. Anónimo, cruzei-me com alunos que não tinham aulas e idosos sem conversa. Escasso de sombra, reparei com agrado que o dia do calendário coincidia com o nome do parque.

Ao lado da entrada do cemitério está uma capela, ao espreitar lá para dentro, lembrei-me do pároco polémico da localidade por causa de umas homilias divulgadas pelos media. Não estava ali por isso, logo eliminei esse recordatório inútil da minha mente.  

Um deserto de gente. Não sendo um cemitério de uma cidade, a vila é suficientemente grande para que a procura duma sepultura exigisse possivelmente mais tempo do que eu dispunha. Adentrei-me mais e, por casualidade, junto a uma torneira a encher um pequeno regador, estava uma senhora cujas roupas, se não eram negras, eram de escuras tonalidades. Dirigi-me a ela com o sol do final da tarde a iluminar-lhe o rosto, rasgado num sorriso reconfirmado pela sintonia das suas rugas.

- Boa tarde minha senhora, desculpe incomodar. Não me sabe dizer onde é que está a campa do capitão?

Se o sorriso já existia, nesse momento confirmou-se feliz.

- Claro que sei. É aqui pertinho. Eu vou lá consigo!

Sem vontade de incomodar, caminhámos lado a lado. Quero recordar que lhe agradeci de imediato a simpatia, no entanto sou incapaz de escrever as palavras, ou o silêncio, que tivemos um para o outro naqueles passos comuns pelo cemitério.

Lá de cima, acredito que Senhora da Penha nos observou devota desta região e da sua gente.

Em frente da simplicidade de uma campa rasa, com cravos ainda frescos, emocionei-me com as inscrições “Ao Tenente-Coronel Salgueiro Maia (…) Conquistador do sonho inconquistado / Havia em ti o herói que não se integra”.

- Foi um grande homem. – Disse-o com o orgulho de um filho de um ferroviário que homenageia a biografia de outro filho de um ferroviário.

Desaparecia a tarde de um dia 25 Abril. O meu 25 de Abril. Tinha 26 anos e, ao meu lado, a generosidade de uma senhora (a qual jamais esquecerei) confirmou-me que Abril em mim será sempre um pequeno milagre de bondade e altruísmo que todo o homem comum leva dentro.

- Eu sei. Era o meu Fernando José, o meu afilhado.

Nota: Fernando José Salgueiro Maia perdeu a sua mãe, Francisca Silvério Salgueiro, num acidente de trânsito em Lisboa. Tinha 4 anos. O seu pai voltou a casar, dois anos mais tarde, com Maria Augusta Salgueiro, a quem Fernando José ao longo da vida tratou por madrinha. À D. Maria Augusta dedico esta crónica.

Foto de Fernando José Salgueiro Maia com 8 anos (in “Salgueiro Maia – Um Homem da Liberdade” de António de Sousa Duarte).


sábado, abril 23, 2016

Se a literatura universal comemora as mortes de Cervantes e Shakespeare...

Se a literatura universal comemora as mortes de Cervantes e Shakespeare, nós celebramos a vida do nosso segundo filho nascido há um ano. Os “direitos de autor” da capa são da sua mãe e meus, mas do conteúdo do que se escreverá são seus. Enganar-nos-emos muito cheios de boas intenções. (A foto é da autoria do seu irmão mais velho, de 5 anos, a iniciar-se no mundo da fotografia com uma velha câmara digital lá de casa.) 

Si la literatura universal conmemora las muertes de Cervantes y de Shakespeare, nosotros celebramos la vida de nuestro segundo hijo nacido hace un año. Los “derechos de autor” de la portada son de su madre y míos pero del contenido que se escribirá son suyos. Nos equivocaremos mucho llenos de buenas intenciones. (La foto es de la autoría de su hermano mayor, de 5 años, iniciándose en el mundo de la fotografía con una vieja camera digital que tenemos por casa).

Porque é que estamos destinados a não estar? Porque é a única forma de termos consciência de aproveitar o por aqui passar.

sábado, abril 16, 2016

"Sinto dores concretas pelas horas em que não vi os meus filhos crescer" José Luís Peixoto

Onésimo Teotónio de Almeida (sobre Portugal)

"O escárnio e o maldizer entre nós são virtudes que vêm de longe. Quem toma uma atitude positiva, elogiando, acreditando na possibilidade de se alterar o estado de coisas é imediatamente apodado de ingénuo, pateta ou de simplesmente fazê-lo levado por ter interesses escondidos. Sei que estou a simplificar em demasia, no entanto creio que poderia encher umas quantas páginas a dar exemplos concretos de experiências em que me apoio para estas generalizações."

quinta-feira, abril 14, 2016

Día de la República

Espanha também é o meu país. Assumo-o como assumo o berço em Portugal, a língua mamada o português e a paisagem contínua do Alentejo a entrar pela Extremadura (porque nunca deixarão de ser a Lusitânia). 

A monarquia não a assumo. Mesmo reconhecendo mérito intelectual e figura de estado a Felipe VI, jamais poderei aceitar a hereditariedade como condição de acesso ao cargo que seja. Nem que fosse descendente directo de D. Miguel de Cervantes! 

Será que algum dia verei a minha querida Espanha republicana? Será que algum dia a monarquia aperceber-se-á do seu anacronismo ridículo no seio dos cidadania? 

(Como se isso lhes importasse!).

Quem sabe o que é que vais escrever antes de te deitares daqui a uns quantos anos? 

Pensamentos monárquicos? Não me parece... 

Vou adormecer com o sonho de amanhã acordar numa república. 

(Agora vêm os duendes e trasladam-me a cama para território português... Acordo e vejo: "Olhó Sou Professor Marcelo! Afilhado do Sr. Presidente do Conselho! - Pelo menos não era rei!).

Cool

Steve McQueen in "The Great Escape".

Escrever é uma necessidade à qual nos prostramos como seres marrecos que somos.

quarta-feira, abril 13, 2016

Colaboração no "Especial Tradução" da revista "nós-otros" nº5

Ao conhecer alguém, quase sempre, bastam-me uns escassos momentos para saber que se trata duma pessoa especial. Felizmente, no ano passado, em Salamanca, tive o privilégio de conhecer a professora Concha. A sua discrição não faz jus à sua simpatia, dinamismo e talento, que todos podemos ver no carinho, dedicação e profissionalismo posto na revista “Nós-otros” (que, desde já, vos convido vivamente a ler).
Poder dissertar sobre tradução a seu convite, com o privilégio de escrever na mesma edição dum escritor que tanto aprecio como o João de Melo, foi um desafio aceite com prazer e que se traduziu em “Ser o outro (sendo nós próprios em silêncio)”, um pseudo ensaio sobre o acto de traduzir.

Muito obrigado Concha. Muito obrigada toda a equipa da “Nós-otros”, da EOI de Valladolid e das Universidades Seniores Eugénio de Andrade e Contemporânea. 

terça-feira, abril 12, 2016

Estado febril

Onde é que encontramos a nossa verdadeira personalidade? Há apenas uma ou a nossa personalidade é um somatório de filtros com que nos apresentamos aos outros? 

Sabe-se que a nossa personalidade(s) é dinâmica, se adapta resiliente às cicatrizes impostas à externalidade da vida e que, se há alguma raíz do pensamento moldado, remete-nos quase sempre para a primeira infância. 

Ontem fui atacado por uma gastroenterite. Fui o último a sucumbir as defesas, patriotas dum corpo sem fado, cá em casa. Porém, não houve muralha gloriosa de glóbulos brancos que impedisse o fado do Gregório, febre e dores no corpo que teimam em enfatizar-se, sei lá porquê, nos meus antebraços. 
Foi nesse estado febril de tantos filtros encontrados à pessoa que sou que decidi guardar em palavras esse estado. 

Não sei como, pois que saiba ainda não temos o nosso ADN ligado com WiFi à internet, mandei de cabeça tantos e-mails e mensagens sem critério numa ADSL febril de banda larga de verdadeira estupidez que o sentimento de descontrolo me deu suores frios. 

Tecnicamente, esta ligação biológica à rede far-se-á já amanhã. Seremos capazes de dominar os verdadeiros Estados febris que só com um somatório de filtros se tornam essência? Ver-se-á a impotência biológica face ao tempo? A libido reptiliana sem moral num instante com pegadas de dinossauros de milhões de anos? 

O paracetamol, e findo o período de incubação do vírus gripal, aliviou-me os síntomas más não me tirou o medo do descontrolado, sem filtros que levo dentro, e que não sou eu e que não somos nós.
 
Refugio-me num canto distante dum continente febril que trata pessoas como vírus. Barra-lhe a entrada a garrote. À porta desse corpo, em contacto com a sua pele, gangrena gente, futuros febris sem filtros. Apodrecida a corda atada em garrote não há refugio do eu nem do nós. Somos o outro gangrenado. 

domingo, abril 10, 2016

É velho mas está pago

"É velho mas está pago" é um provérbio que ilustra muitas traseiras descaídas do parque automóvel português. Já o tinha visto várias vezes, talvez até o tenha usado em algum momento dado, porém ontem estive alguns minutos a conduzir o nosso carro do dia a dia (curiosamente com 22 anos) atrás dum velhinho mas cuidado Renault Clio. 

A traseira proverbial do carro idoso contrastava com a paisagem de publicidade estimulante à novidade bem paga do último momento. 

Enquanto uns fazem créditos de viverem acima das suas possibilidades (dizem-nos os que nos vendem as financiações a 100% com os juros escritos com letra pequena para não nos incomodarem), outros protegem-se do sol com um chapéu do Panamá. 

Somos assim de "Panamá Hassholes"...

O pior inimigo do coração bom é a mente ociosa.

sexta-feira, abril 08, 2016

O sabor a Bisonte do Wisconsin na boca

Não sou do tipo de grandes experiências gastronómicas. Gozam comigo a dizer que sou de tripa fraca e têm razão. A minha mulher é a primeira que me atira esse pouco atrevimento à cara quando inova pratos caseiros com aquele paladar atribuido apenas pelos seus temperos.
Na semana passada, tive a sorte de conhecer um grupo de pessoas do estado norteamericano do Wisconsin, da localidade de Ashland. Falei-lhe da nossa cultura transfronteiriça, de Espanha e, ainda mais, de Portugal. Pude falar de "wrestling" (a nossa greco-romana), de viagens no outro lado do mundo, de paisagens de sonho, do Bob Dylan e, inevitavelmente, do Donald Trump.
A ideia estereótipada dum povo tem-se graças a exemplos dum colectivo. Tem tanto de verdade como de injustiça para tantos que dessa verdade deveriam de ser excluídos.
Esta gente podiam,  na sua maioria, não prestar muita atenção à nossa história, talvez a única coisa decente que a Europa agora pode dar ao resto do mundo, mas levaram  um pouco do que por aqui vivemos para o Novo Mundo.
Para alguém, como eu, crescido no turbilhão das massas "série B" da indústria cultural americana, poder partilhar um pouco de si com malta da terra do Tio Sam, foi uma excelente experiência.
Antes de voltarem para, a ainda fria, Ashland, obsequiaram-me o desafio de comer um "snack" de carne de bisonte com bagas.
Esta tarde convidei o meu amigo Pedro L. Cuadrado a provar esta carne comigo. Como dois exploradores do inóspito gastronómico, acompanhados pelo tinto, terminámos a última revisão do "Dentro del Secreto" com o sabor forte do bisonte na boca. Esta talvez seja a única coisa de pioneiros que ambos temos... O travo a bisonte na boca.
Agradeço aos meus amigos norteamericanos esta atenção para comigo, espero poder devolvê-la um dia no seu país.
O bisonte já está no meu sistema digestivo e na minha memória fica um conselho por estes amigos dado: "Sê negrito ou itálico, mas nunca normal".

quarta-feira, abril 06, 2016

Seres de uso e consumo

O mundo material só é visto como tal porque o intelecto humano assim o vê. O ser humano é a única espécie que acumula matéria e a converte em bens, que analisa a utilidade da matéria e a usa como moeda de troca. Há um interesse, uma possível utilidade ou, em tantos casos, apenas a necessidade de satisfazer egos. No extremo dessa satisfação encontramos o egoísmo. 

O mesmo se faz com as pessoas convertidas em matéria, em objeto, em interesse de acumular benefícios graças ao que se pode "esmifrar" do outro. 

As relações humanas têm de ter esse equilibrio são no centro das suas relações. Nem a abnegação em prol do outro, nem sentido interesseiro e aproveitador do outro. 

No dia que hoje finda, apercebi-me que há tantos que se aproveitam do pouco que lhes posso dar na esperança de com isso lucrar alguma coisa. Que ingénuos. O que é que se lucra de um gajo como eu? Tempo, honestidade esforçada, lealdade ao que foi e ao que vai sendo, e alguma esperança de que vale a pena tentar marcar a diferença pela positiva. Parece-me que isso não tem valor para o oportunista, mas pode ajudar os seus interesses a reboque. 

Nunca gostei de trabalhar com a sensação de que se estão a aproveitar de mim. Acho que ninguém gosta, mas é o que tenho sentido nos últimos dias. 

A única forma de lidar com esse lado humano, que me desagrada e me faz ter relações mais distantes, é praticar a gratidão de estar vivo. Há que ser grato, mas isso, amigos não é o mesmo que ser parvo.

Alentejo (Cartier-Bresson, 1955)



Mestre  Cartier-Bresson no Alentejo.





terça-feira, abril 05, 2016

Vamos antes a Paris (Olavo d'Eça Leal)




Quem me dera ser simples e vulgar,
Pensar como o vizinho merceeiro...
Juntar no Montepio algum dinheiro
E fazer-me por todos respeitar.

Normal no porte, feio e regular,
Ter casa própria já, com jardineiro...
Vazio de ilusões, e bom caixeiro,
Ensinar o meu filho a continuar...

Assim envelhecer devagarinho,
Perfeitamente parvo, mas feliz,
E certo de seguir por bom caminho.

Dirás, leitor: "a quem você o diz!
Beber também eu queria desse vinho..."
— Não bebas... vamos antes a Paris!

Julho de 1938.


Olavo d'Eça Leal (n. 1908 - m. 1976), in Presença, n.º 53, 1938. Caído no esquecimento, publicou poesia e ficção, fez teatro e cinema, foi artista plástico. Colaborou na revista Contemporânea, tendo o seu nome ficado associado ao movimento presencista por na revista desse grupo ter publicado alguns dos seus versos. Poeta de leitura agradável, praticou versos simples de refinada ironia.



Post publicado originalmente no blogue antologia do esquecimento a 29 de março de 2016.




segunda-feira, abril 04, 2016

O Prazer é Silencioso

Ao contrário da ideia assente 
A palavra não é criadora de um mundo; 
O homem fala como o cão ladra 
Para exprimir raiva, ou medo. 

O prazer é silencioso, 
Tal como o é o estado de felicidade. 

Michel Houellebecq, in "A Possibilidade de uma Ilha" 

sexta-feira, abril 01, 2016

"Tens tanto medo" - Leonora Machado

Pobre e Poeta

Enquanto os turistas se sentavam para tirar uma "selfie" na Brasileira com um Fernando Pessoa gasto de tantos rabos sentados (e citações roubadas) em mesas de café, o Antonio Carrasco e eu fomos confrontados com a pobreza da poetisa que por aí deambulava a vender versos impressos numa A4 sem dinheiro para sobreviver. Vender poesia para comer é tão digno como qualquer outro oficio. Se vivemos numa sociedade em que se vende tudo por que motivo a poesia tem de ser grátis? Vender o intangível, o inútil, a arte feita miséria por condição, os versos desta Leonora têm tanta legitimidade como qualquer outro produto que possamos trocar por dinheiro. 

Como poeta, que não me sei assumir por ter demasiada terra debaixo das unhas, tenho ganho muito uma percepção de mim, e dos outros, desconhecida até há bem pouco tempo. Esse é o valor que tenho tido em troca, dinheiro nem por isso. Pago a poesia que faço com o tempo dedicado à profissão que a academia me permite exercer. Que coragem abordar alguém assim na rua e assumir-se pobre e poeta. Essa coragem merece o meu reconhecimento, o meu apreço estético, o meu agradecimento por me recordar o valor da poesia. É mais fácil que alguém nos recorde o valor dos mercados. 

Aqui transcrevo os versos de Leonora Rosado:

"Tens tanto medo
Da minha sede 
Que abres sulcos 
Na parede 
Do Tempo"

Só pode ser amor (António Zambujo)