No sé si es porque estamos en las afueras de una urbe, si es por un cierto individualismo predominante y aséptico, si es por el oportunismo de un capitalismo posiblemente ya indomable... pero este marketing es letal... Y, como podéis ver, no me estoy refiriendo a esa multinacional sueca que exporta tanto muebles como modelos de sociedad (ver "La teoría sueca del amor") que tanto me hacen reflexionar...
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