quinta-feira, fevereiro 24, 2011

La dieta Okinawa, ¡el régimen para durar!

Okinawa es una pequeña isla del archipiélago japonés, reputada por la longevidad de sus habitantes. La esperanza de vida es de 82 años, tanto en los hombres como en las mujeres y el número de centenarios es de 54 por cada 100000 habitantes, lo que significa que el 15 por ciento de todos los centenarios del mundo ¡viven es esta isla! Pero lo más importante es que envejecen en plena forma.

Puntos clave de la dieta Okinawa

¿Cuál es el secreto de esta longevidad? Según Jean-Paul Curtay, autor de un libro sobre Okinawa, podemos distinguir varios factores que podrían explicar esta salud excepcional:
  • La cantidad: no es necesario comer hasta llenarse. La gente de Okinawa deja de comer cuando se ha saciado en un 80 por ciento. La idea es no sentirse pesado al levantarse de la mesa.
  • Las verduras: éstas representan el 70 por ciento de la alimentación. El resto la compone el pescado. Además, se consume soja en todas las comidas, cinco tipos de verduras por día, arroz, té y especias. En cambio, las frutas son un producto de lujo y apenas se consumen.
  • Más pescado que carne: además de aprovechar las virtudes del pescado, esta dieta busca limitar los aportes elevados de hierro, que aumentan el riesgo de oxidación.
  • Movimiento: los habitantes de Okinawa caminan mucho y trabajan hasta que son muy mayores. Hacen Tai Chi Chuan, juegan al croquet… ¡Aquí se inventó el karate!
  • Serenidad: la población de la isla se toma el tiempo para descansar, y una vez a la semana van a la playa sólo para agradecerle a la vida el seguir viviendo. Para Curtay es importante “saber parar” porque nuestra sociedad nos sobreestimula. Pero ¿cómo hacer una pausa? “Antes de comer podemos parar y respirar profundamente para sentir nuestro cuerpo. Así abordaremos el almuerzo o la cena sin estrés y evitaremos llenarnos”, propone el experto.
  • La vida comunitaria: los habitantes de Okinawa están rodeados de gente. No sólo se implican en la vida del pueblo sino que pertenecen a clubes de barrio donde todos muestran su solidaridad.

Precauciones

Como todas las dietas, la de Okinawa no es perfecta y debe adaptarse a cada uno, puesto que no hay régimen que sea conveniente para todo el mundo. Así, el hecho de reducir las carnes rojas, aunque suele ser beneficioso para la mayoría de las personas, puede producir carencias en las mujeres embarazadas o en aquellas cuyas reglas son muy abundantes.
Hay que recordar igualmente que el régimen de Okinawa no contiene productos lácteos y para evitar las carencias deberían consumirse productos enriquecidos con calcio.
En cualquier caso, no te pases a la dieta Okinawa de la noche a la mañana; es mejor que introduzcas los cambios poco a poco.

A. Sousa

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