El discípulo pregunta al maestro:
- Maestro, llevo años con usted y me doy cuenta que no actualiza sus enseñanzas... ¿No estaría bien un poco de innovación?
El maestro riéndose de la situación le contesta con otras preguntas:
- ¿Repito constantemente mis lecciones, verdad? ¿Soy muy pesado?
La cara casi iluminada del discípulo refleja la afirmación, pero el maestro prosigue entre risas.
- Querido alumno, creo que todavía no te has dado cuenta que lo que te enseño es que, en el fondo, los pilares de nuestra vida son pocos y no necesitan grandes novedades, sí mantenimiento. Por otras palabras, por si sigues con alguna dificultad de aprendizaje, las enseñanzas para una vida con un mínimo de sentido son siempre la misma mierda y cada uno las huele como quiere. Eso de innovación es igualmente mierda, pero mierda que suele estar de moda.
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