quarta-feira, janeiro 21, 2015

Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra (Álvaro de Campos)

[Trad. Luis Leal/Pedro L. Cuadrado]

Al volante del Chevrolet por la carretera de Sintra,
A la luz de la luna y al sueño, en la carretera desierta,
Conduzco solo, conduzco casi despacio, y un poco
Me parece, o me fuerzo un poco para que me parezca,
Que sigo en otra carretera, por otro sueño, por otro mundo,
Que sigo sin que haya una Lisboa dejada o una Sintra a la que llegar,
Que sigo, ¿Y que más habrá en seguir sino no parar pero seguir?

Voy a pasar la noche a Sintra por no poder pasarla en Lisboa,
Pero, en cuanto llegue a Sintra, me dará pena de no haberme quedado en Lisboa.
Siempre esta inquietud sin propósito, sin sentido, sin consecuencia,
Siempre, siempre, siempre,
Esta angustia excesiva del espíritu por nada,
En la carretera de Sintra, o en la carretera del sueño, o en la carretera de la vida…

Maleable a mis movimientos subconscientes del volante,
Corre bajo mí conmigo el automóvil que me prestaron.
Sonrío del símbolo, al pensar en él, y al girar a la derecha.
En cuántas cosas que me prestaron yo sigo en el mundo
¡Cuántas cosas me prestaron conduzco como mías!
Cuanto me prestaron, ¡ay de mí!, ¡yo mismo soy!

A la derecha la casucha – sí, la casucha – junto a la carretera
A la derecha el campo abierto, con la luna a lo lejos.
El automóvil, que parecía hace poco darme libertad,
Es ahora una cosa donde estoy encerrado,
Que sólo domino si me incluyo en él, si él me incluye a mí.

A la izquierda allá atrás la casucha modesta, más que modesta.
La vida allí debe de ser feliz, sólo porque no es la mía.
Si alguien me ha visto desde la ventana de la casucha, soñará: aquel sí es feliz.
Tal vez para el niño que acecha por los cristales de la ventana del piso que está arriba.
Fui con el automóvil prestado como un sueño, una hada real.
Para la muchacha que miró, al escuchar el motor, por la ventana de la cocina
En la planta baja,
Soy algo así como el príncipe que hay en los corazones de las muchachas,
Y ella me habrá mirado de soslayo, por los cristales, hasta la curva donde me he perdí.
¿Dejaré sueños detrás de mí, o es el automóvil que los deja?
¿Yo, conductor del automóvil prestado, o el automóvil prestado que yo conduzco?

En la carretera de Sintra a la luz de la luna, en la tristeza, delante de los campos y de la noche,
Conduciendo el Chevrolet prestado desconsoladamente,
Me pierdo en la carretera futura, desaparezco en la distancia que alcanzo,
Y, en un deseo terrible, súbito, violento, inconcebible,
Acelero…
Pero mi corazón se quedó en el monte de piedras, del que me aparté al verlo sin verlo,
A la puerta de la casucha,
Mi corazón vacío,
Mi corazón insatisfecho,
Mi corazón más humano que yo, más exacto que la vida.
En la carretera de Sintra, sobre la medianoche, a la luz de la luna, al volante,
En la carretera de Sintra, que cansancio de la propia imaginación,
En la carretera de Sintra, cada vez más cerca de Sintra,
En la carretera de Sintra, cada vez menos cerca de mí…

Álvaro de Campos, in "Poemas"
Heterónimo de Fernando Pessoa

Foto de www.clubedocarroantigo.com.br  (edited by Luis Leal)

Sem comentários: