segunda-feira, maio 19, 2008

¡Conciencia al poder!

El mes de mayo está a punto de terminar y, con él, la efeméride de los cuarenta años del mayo de 1968. Mucho cambió en los últimos años, el mundo es más global, los jóvenes ya no son tan utópicos y las causas sociales y humanitarias ya no están en el orden del día (a pesar de los terremotos, huracanes e independencias de países oprimidos…), por lo menos como han estado en ese inolvidable mes que, desde Francia, estalló para utópicamente traer la imaginación al poder.

Como se dice en el país dónde nací, esto no es un “saudosismo”, y yo tampoco viví el mes sobre que escribo. En fin, lo que me preocupa es la creciente apatía de los sectores más importantes de la política europea que no se dan cuenta (¡o no quieren!) que la generación de jóvenes que vive el actual presente, no puede, por cuestiones obvias, plantear su futuro cómo la generación que vivió el mayo de 68. En esa época, la juventud era fruto del “babyboom” y de una creciente y prospera economía, luego podía plantear su futuro con una seguridad que los demás actualmente no pueden. Curiosas son las imágenes y referencias en muchos países a San Precario, ese patrono y símbolo de la generación europea, altamente calificada y instruida, que en muchos casos paga para poder trabajar a través de las OPE’s (ofertas públicas de empleo), en que uno trabaja si hace la mejor oferta al empleador. Cuando me doy cuenta de esto, pienso que el siglo XX, con todas sus conquistas laborales y sociales, ya está muy lejano, muy lejano mismo. Desafortunadamente, esto no es exclusivo de los países ibéricos dónde San Precario sale todos los días en procesión hasta la oficina de empleo y se queda en la cola orando a San Paro.

¿Cómo podemos solucionar este problema? Me encantaría tener la cura para esta enfermedad que deja tanta gente desmotivada y sin ganas de seguir intentando hacer la diferencia en este mundo extremamente injusto. Puede ser que el hecho de, todavía, no existir una hambruna como en áfrica, nos ayude a valorar la tradición revolucionaria europea y a intentar cambiar las cosas con un sentido de responsabilidad que afecte los restantes continentes. Ya tenemos una historia que nos permite aprender y no cometer los mismos fallos. Puede ser que sí y hay mucha gente por quien vale la pena luchar. No es fácil, pero podemos empezar con nuestra actitud, la verdadera libertad y herencia del mayo de 68 es el libre-albedrio de pensar según nuestra mirada, nuestro punto de vista. Lo más revolucionario hoy es utilizar nuestro cerebro y decir que no, decir que la retórica tiene que estar al servicio de la sociedad y no de lobbies que exploran sus semejantes.

¡Qué el mayo de 2008 sea la revolución de la consciencia! Cambiemos el slogan: “¡Conciencia al poder!”. Si no siempre nos queda las colas y procesiones de San Precario y San Paro a sitios ya distintos de la oficina de empleo, como, por ejemplo, Lourdes o Fátima, dónde, como conviene a muchos gobiernos, hay que estar en silencio.

¡GRACIAS JAVIER POR TU ESTAMPA DE SAN PRECARIO!

1 comentário:

Anónimo disse...

I agree with you about these. Well someday Ill create a blog to compete you! lolz.