Que todo tipo de iglesias, partidos políticos, asociaciones, se promuevan su particular en carteles publicitarios, anuncios de neón o a través de políticos y es considerado perfectamente normal y corriente actualmente. Y eso es, nada más que eso, publicidad para ideas y actualmente creo que es una pérdida de tiempo estar a promover una dicotomía entre creyentes, agnósticos y ateos. Para decir la verdad, con todos los problemas que vivimos debido a la dicha crisis, es un crimen que se gaste demasiado dinero con eslóganes como “Dios si existe” o “Probablemente no existe”. ¿Por qué no nos preocupamos antes en educar para el libre-albedrio y para que la gente, con su experiencia de vida, encuentre u olvide algo que está en el dominio de las ideas? ¿Qué más da que el autobús crea o no en Dios? La gente va a ir en él de la misma manera. Más que la creencia, lo que importa es lo respecto por las demás… no entremos en polémicas que, en realidad, nos hacen retroceder unos cuantos siglos…
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