Este era el cuadrante de refuerzos positivos para que el Sr. Caca dejara de habitar en los pañales caseros y pasara directamente a sus dominios del váter. Estaba olvidado en la lateral de la nevera y, antes que se pierda en el olvido del interior de algún libro, lo reproduzco aquí, en los “Senderos”, sin cualquier olor a caca o a nostalgia...
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